Después de haber realizado un proyecto piloto en nueve instituciones educativas públicas de la ciudad, donde se trabajo con padres de familia, docentes y estudiantes de los grados 9°, 10° y 11°, en un rango de edad entre los 14 y 17 años; se hizo entrega de una caja de herramientas a la comunidad educativa, que contiene una guía pedagógica con lenguajes lúdicos que permitan convivir teniendo en cuenta las diferencias y el respeto. La razón principal para iniciar este proyecto son las múltiples denuncias de marginación en el aula, que desemboca en problemáticas de salud mental, deserción escolar e incluso el suicidio en jóvenes.
Desde hace varios días en los medios de comunicación de la ciudad se han venido observando pronunciamientos poco favorables a la propuesta. Comentarios lascivos dirigidos al alcalde Jorge Iván Ospina y a la comunidad LGBTI en general. Padres de familia que no están de acuerdo en que a sus hijos se les hable de este tema en la escuela, pues creen que incita a la homosexualidad y a comportamientos “aberrados”.
Desde hace varios días en los medios de comunicación de la ciudad se han venido observando pronunciamientos poco favorables a la propuesta. Comentarios lascivos dirigidos al alcalde Jorge Iván Ospina y a la comunidad LGBTI en general. Padres de familia que no están de acuerdo en que a sus hijos se les hable de este tema en la escuela, pues creen que incita a la homosexualidad y a comportamientos “aberrados”.
Es cierto que el tema debe tratarse con sumo cuidado, pero no se puede negar la posibilidad a los jóvenes de conocer y entender el tema de la diversidad sexual, de generar discusiones sanas respecto al tema y así, prever posibles enfrentamientos violentos contra un estudiante que se encuentre descubriendo su forma de amar. En la escuela hay que diferenciar el sexo, el género y la orientación sexual afectiva, y entender que estos tres ítems unidos conforman lo que llamamos sexualidad.
¿Cuál es entonces la posición que debe asumir un medio de comunicación frente a este tema? Hay un deber ético profesional en todo este asunto y es llamar a la reflexión frente a un claro problema (que ha sido documentado) de violación de derechos humanos como la homofobia y transfobia en la escuela, entre otros causado por el pensamiento heteronormativo de la sociedad.